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04 Agosto, 2023

Elvira Llabrés, de Copa a Copa

La mallorquina Elvira Llabrés es la única regatista de Copa América participando estos días en la 41 Copa del Rey MAPFRE. Todos los profesionales de la vela involucrados en la lucha por la llamada Jarra de las Cien Guineas, el trofeo deportivo más antiguo del mundo, están enrolados en las disciplinas de sus equipos, en una frenética contrarreloj de pruebas de mar para diseñar el barco capaz de destronar al Emirates Team New Zealand. Pero esta ingeniera informática dedica su período vacacional a la competición organizada por el Real Club Náutico de Palma.

Es la navegante del Pez de Abril de José María Meseguer, ganador de la Serie Previa en ClubSwan 42. A bordo, analiza los datos que recibe en su tableta de un total de 15 sensores: velocidad del barco, posición respecto a la baliza, intensidad del viento y otros muchos números, para decidir cuál es la mejor estrategia.

En Copa América, es analista de datos en el Ineos Britannia de Ben Ainslie. “Me encargo de hacer calibraciones en el agua -relata Llabrés-. Cuando el barco sale a navegar yo voy en una lancha, y mi papel es la calibración del viento, ver que todos los sensores están tomando todos los datos correctamente”.

La presión en la llamada Fórmula 1 de la vela no llega sólo por estar a las órdenes de quien es el atleta más laureado en la historia de la vela en los Juegos Olímpicos, con una medalla de plata y cuatro de oro consecutivas de 1996 a 2012, sino por la cantidad de datos que hay que procesar e interpretar. “En un barco de Copa América tenemos hasta 600 sensores, en lugar de los 15 del Pez de Abril. Y algunos de estos sensores envían datos 10 o 50 veces por segundo”, explica esta apasionada de la informática y el mar, la gurú del viento y de los datos.

Los equipos de Copa América están ya instalados en la capital catalana, todos enzarzados en las pruebas de mar para dar con el mejor diseño. “Los millones de datos que recogemos y analizamos ahora en las pruebas de mar tienen que servir para diseñar la embarcación más veloz. Cuando tengamos construido el barco definitivo, el que usaremos en la Copa América, entonces tendremos que analizar los datos para descubrir la manera más rápida de navegarlo en las condiciones de viento y mar que tengamos en cada momento”, detalla. Porque, en su opinión, “la Copa América históricamente siempre la gana el equipo que tiene la unidad más rápida”.

Los avances tecnológicos en este campo han sido muchos en los últimos años, y por una parte ayudan y por la otra complican, “cada vez con más sensores y más datos”, dice la experta de números y navegación. Además, en esta edición de la Copa América también tienen a su disposición informes sobre sus rivales: “Antes, cada equipo hacía espionaje del resto dentro de unos límites permitidos, ahora es la misma organización quien facilita estos informes a todos los equipos para democratizar la información e igualar condiciones”.

La de Barcelona será la sexta Copa América para Elvira Llabrés, que se considera “muy afortunada de haber podido unir sus dos pasiones, la vela y la informática”. En cada campaña ha trabajado para un equipo distinto. Empezó en la edición de Valencia con la organización, y luego saltó al Oracle, al Artemis en la edición de los primeros barcos voladores, y al Team Japan en la de Bermudas. En la última campaña, en Auckland, formó parte del American Magic.

Con el Ineos Britannia, se acaba de instalar en Barcelona tras un invierno entrenando en Palma, que ha sido muy satisfactorio: “La bahía ofrece unas condiciones excelentes para navegar durante los meses de frío, y de hecho el equipo se está planteando montar una base fija en Palma, para entrenar para las siguientes ediciones”.

“Hemos tenido unas condiciones un poco distintas a Barcelona, con menos ola, pero esto nos ha permitido hacer algunas pruebas que hubieran sido más complicadas en la sede de 2024”, desvela. Estos tests se han llevado a cabo con los AC40, porque “el AC75 todavía nadie lo ha construido”. Parte de los aciertos del diseño del futuro Ineos serán, seguro, obra de esta dama del viento.

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